Es difícil definir una empresa; pero es posible identificar determinadas características que están presentes innecesariamente en este tipo de empresas. Estas características son:
a) Participación en la propiedad: pertenece a una o más familias;
b) Grado de injerencia en la dirección de la empresa: todos o algunos miembros de la familia conducen los negocios;
c) Un proyecto común: existe un interés de perpetuar en el tiempo la obra iniciada por el fundador.
Siendo así, tenemos dos sistemas heterogeneos, aunque “confundidos” en un funcionamiento económico. Y que muestra lo “afectivo” proveniente de la familia y lo “efectivo” proveniente de la empresa. Y, a su vez, influenciándose mutuamente. Así, nos encontramos con grandes corporaciones comerciales o industriales que pertenecen a un grupo familiar y como contrapartida a pequeñas unidades economicas en las que trabajan los miembros de la familia, exclusivamente.
Por ello, se atribuye la calidad de empresa familiar, cuando existe una confusión de poder y la propiedad de ambos sistemas. En cambio, se habla de empresa de capital familiar cuando parte o todo el capital pertenece a un núcleo familiar, pero donde se han establecido procesos de dirección formalizados, sistemas de control e información adecuados y donde no pesa en exceso el criterio estrictamente familiar.
Desde otra perspectiva, se afirma: “una sociedad se considera empresa familiar cuando ha estado identificada por lo menos durante dos generaciones con una familia y cuando esta vinculación ha ejercido un influencia mutua sobre la política de la compañía y sobre los intereses y objetivos de la familia”.
En una idea aproximada “es la que ha estado en manos del grupo familiar, por menos durante una generación existiendo una relación dinámica entre los miembros de una familia y los ejecutivos de la empresa, con marcada influencia sobre la política de estas.”
En otra orientación, se manifiesta como “La empresa nacida por impulso de un fundador y que logra sobrevivir a lo largo de varias generaciones de miembros de la familia, algunos de los cuales se suceden en la dirección y otros participan en la gestión cotidiana.
Empresa familiar, empresa de familia, familia empresaria, negocios de familia, emprendimientos familiares; todos estos términos intentan distinguir un género que ha crecido notablemente en los últimos tiempos y donde se plantean las dificultades organizacionales emergentes de los tres enfoques que juegan sus lógicas en la familia, en la empresa y en confluencia familia. empresa.
Dadas las características expuestas de la empresa familiar y su importancia no sólo para la familia empresaria sino también para la economía y sociedad, las empresas familiares presentan un desafío importantísimo: Gestionar la empresa y la familia empresaria. En sus comienzos estas compañías suelen nacer bajo formatos informales en la toma de decisiones, control basándose más por intuición que por debida planificación. Esto es así por el nivel de confianza entre los miembros de la familia y disposición de los recursos a favor del emprendimiento. Estos hechos las llevan a un rápido crecimiento sin embargo hace necesaria la incorporación de instrumentos de management tendientes a una profesionalización en ambos sistemas para propiciar el crecimiento y rentabilidad de la empresa y vínculos saludables dentro de la familia empresaria.
No es imaginable un país sin empresas familiares. Grandes, pequeñas, medianas, todas ellas participan en primera persona en el proceso de creación de riqueza y mantienen vivo el pulso de la economía y el progreso.
La continuidad de la empresa familiar es un tema trascendental dado el peso específico que juega su rol en la economía y sociedad de cualquier país del mundo capitalista. Según el especialista la continuidad dependerá del grado de unidad y compromiso que alcancen las personas que trabajan en la organización. Para lograrlo se debe trabajar sobre tres tópicos, la profesionalización de la empresa, la profesionalización de la familia, y por último la familia empresaria.
Las empresas desaparecen porque sus directivos se concentran en producir bienes y servicios y olvidan que la verdadera naturaleza de su organización es ser una comunidad de personas.
De ahí que podemos mencionar finalmente que la continuidad de la empresa y la actuación exitosa de la misma requieren necesariamente del compromiso de todos los miembros de la familia a largo plazo, con la finalidad de evitar un impacto importante en las relaciones familiares y conflictos de familia durante el desarrollo de la empresa; en otras palabras, el conflicto familiar es uno de los problemas que plantean estas empresas es que trabajan extremadamente unidas y esta proximidad con frecuencia significa que las disputas familiares se extiendan al ámbito laboral.
Ante esto, el reto de estas empresas, radicará en crear instrumentos y medios de canalización que permita fomentar el compromiso de todos los miembros de la familia, mediante el desarrollo del protocolo familia, políticas de la empresa y la carrera de sucesión que abordaremos en nuestro siguiente artículo.